Hay árboles en nuestro planeta que han sobrevivido a más de una era y se mantuvieron en su lugar mucho antes de la aparición del hombre. Estos gigantes, descansando sobre la superficie terrestre, son testigos vivos de la historia de la Tierra. Crecen en bosques, reservas naturales y laderas de montañas, cada uno con su propia historia única y habilidades asombrosas que les permiten sobrevivir durante miles de años. Hagamos un viaje a través de los árboles más antiguos e inusuales del planeta para descubrir qué los hace tan sorprendentes.

Los árboles más antiguos del planeta.

Muchos de los árboles más antiguos de la Tierra son varios tipos de coníferas, así como algunos árboles de hoja caduca. Estos gigantes han sobrevivido a guerras, cambios climáticos, desastres naturales y edades de hielo, pero aún siguen existiendo.

Uno de los árboles más antiguos que se conocen es la methusela (metusela o pino jabalí), que crece en el Bosque Nacional Raynaud, en California, Estados Unidos. Este ejemplar de Pino Magnífico, que tiene aproximadamente 4.850 años de antigüedad, es considerado el organismo vivo más antiguo del planeta, habiendo vivido desde que existe la civilización humana.

Sin embargo, el árbol más antiguo que existe hoy en día es el **pino Bruce**, que crece en el estado de Washington. Este pino tiene más de 4.000 años y se encuentra en el Parque Nacional. Pero cabe señalar que algunos otros árboles, como las secuoyas o los robles, también pueden presumir de ser los más antiguos, dependiendo de la especie específica y de las condiciones de crecimiento.

Secuoyas y su gigantesco tamaño

Las secuoyas son algunos de los árboles más gigantes del planeta, alcanzando alturas de más de 115 metros. Las secuoyas viven en las zonas costeras de California y pueden tener entre 2000 y 3000 años.

El General Sherman es una secuoya que es el árbol más grande de la Tierra por volumen. El tamaño de su tronco es de más de 1500 m³ de madera y su altura alcanza los 83,8 metros. Este árbol es un verdadero gigante entre los seres vivos, que aún sigue creciendo.

Sin embargo, a pesar de su colosal tamaño, las secuoyas tienen una fuerza y ​​​​resistencia increíbles a las influencias externas. Su corteza, de hasta 90 cm de espesor, puede proteger a los árboles de los incendios forestales, así como de plagas como insectos u hongos patógenos. Debido a sus fuertes raíces y capacidades regenerativas, las secuoyas pueden sobrevivir a muchos desastres naturales.

Baobabs: árboles que almacenan agua

Los baobabs, originarios de África, también cuentan con una longevidad. Estos árboles son conocidos por sus formas inusuales y sus asombrosas habilidades de supervivencia. Pueden vivir más de 6.000 años, pero su principal milagro es su capacidad para almacenar agua en sus gigantescas trompas.

El árbol baobab, llamado “árbol de la vida”, puede almacenar hasta 120.000 litros de agua en su tronco, lo que le permite sobrevivir a las severas condiciones de sequía que se dan en las sabanas y los trópicos de África. Dentro del tronco de este árbol hay tejido «cerebro» que ayuda a mantener la vitalidad del árbol mediante el uso de la humedad acumulada.

Curiosamente, estos árboles en realidad no mudan su corteza ni sus hojas en invierno como otras plantas, ya que están adaptados a climas cálidos. Esto permite a los baobabs conservar toda su fuerza y ​​energía incluso en las condiciones más duras.

Robles antiguos: símbolos de resistencia

Los robles se encuentran entre los árboles de hoja caduca más poderosos y antiguos de la Tierra. Entre ellos hay ejemplares únicos que han sobrevivido durante varios siglos y siguen siendo símbolos de fuerza, perseverancia y resistencia.

Uno de los robles antiguos más famosos es el Old Taylor Oak de Gran Bretaña, que tiene aproximadamente 2.500 años. Este roble ha sobrevivido desde que los romanos comenzaron a colonizar Gran Bretaña y es testigo de muchos acontecimientos históricos. Sus ramas eran tan poderosas que sobre su base se podía construir una casa entera y de sus raíces crecían nuevos brotes.

En Alemania se encuentra el roble Grünebach, que tiene unos 1200 años. Este árbol es aún más singular porque sus raíces penetran tan profundamente en el suelo que el roble sigue viviendo, incluso a pesar de su gran edad.

Los robles crecen lentamente, pero, al tener longevidad y un poderoso sistema de raíces, pueden soportar una amplia variedad de cambios naturales y climáticos.

Especies raras de árboles antiguos.

Hay muchas especies de árboles raras que tienen una rica historia y pueden sobrevivir muchos siglos. Una de esas especies es el Ginkgo biloba, también llamado el “árbol antiguo”, originario de China. Gingko biloba es un verdadero fósil viviente que apareció en la Tierra hace más de 270 millones de años y ha sobrevivido a catástrofes como la extinción masiva de los dinosaurios y las glaciaciones.

El árbol de gingko tiene hojas únicas que se vuelven de color amarillo brillante en el otoño y es conocido por sus propiedades medicinales. El gingko se cultiva en Japón y China desde hace más de 1.000 años y hoy en día el árbol también crece en otros países.