En este material consideraremos un concepto entretenido, por un lado humorístico, pero por otro, con base científica, que te permitirá justificar tu pereza en esos momentos en los que no tienes ganas de trabajar en absoluto.

En física existe algo llamado entropía. En sentido científico, denota el grado de disipación irreversible de energía. Además, la entropía se utiliza para determinar la probabilidad de que ocurra un estado particular del sistema. En pocas palabras, podemos imaginarlo como una medida del caos: cuanto menos ordenado sea el sistema, mayor será su entropía.

Conviene aclarar qué se entiende exactamente por orden. Esto es importante porque un mismo fenómeno puede interpretarse de diferentes maneras. Por ejemplo, si las cosas están esparcidas por la habitación, se puede llamar caos, pero si se toma una pared pintada uniformemente, también se puede considerar una manifestación de orden. Por conveniencia, asumiremos que el orden es la presencia de una estructura clara y el desorden es la distribución caótica de los objetos en el espacio.

Actualmente en el Universo se puede observar un orden relativo: las estrellas, los planetas y las galaxias están ubicados de cierta manera, tienen propiedades y formas específicas. Sin embargo, las leyes de la termodinámica establecen que en un sistema aislado, la entropía sólo puede aumentar o permanecer sin cambios. Esto significa que con el tiempo, cualquier sistema tiende al caos, es decir, a una distribución uniforme de la materia en el espacio. En algunas áreas, el orden puede aumentar, pero a escala global, el desorden siempre aumenta.

Si extrapolamos esta ley a todo el Universo, en última instancia la materia debería distribuirse uniformemente, sin objetos distinguidos. Las estrellas y los planetas desaparecerán y todo el espacio se convertirá en una masa homogénea de partículas. Este estado se llama Muerte por Calor del Universo. Se supone que este proceso durará miles de millones de años, pero el escenario en sí se considera uno de los posibles finales de la existencia del Universo.

Hay otro punto importante: la entropía aumenta sólo si ocurre alguna acción. Cuanta más actividad, más rápido aumenta el caos. Si no haces nada, la entropía permanece en el mismo nivel. De aquí podemos sacar una conclusión inesperada: cuanto menor es la actividad, más lentamente se acerca la muerte térmica del universo.

Por supuesto, es imposible detener por completo los procesos: una persona todavía respira, su corazón funciona y se producen reacciones bioquímicas en el cuerpo. Sin embargo, si una persona simplemente se acuesta y descansa, aumenta la entropía más lentamente que si estuviera trabajando activamente. Por tanto, la ociosidad en cierto sentido ralentiza la aproximación del hipotético fin del Universo.

Es importante señalar que la contribución de una persona a este proceso es insignificante. La diferencia horaria se mide en fracciones de segundo, mientras que la muerte por calor se espera dentro de miles de millones de años. Sin embargo, estrictamente hablando, desde un punto de vista científico, tal efecto existe. Por lo tanto, puedes justificar tu pereza diciendo que estás haciendo tu modesta contribución para posponer el fin termodinámico irreversible.

Sin embargo, vale la pena considerar que la hipótesis de la muerte por calor es solo una de muchas teorías sobre el destino del Universo. Hay otros escenarios que implican una expansión sin fin, un renacimiento cíclico o incluso ningún final. Además, las premisas iniciales de esta hipótesis se basan en modelos de gases ideales y en la suposición de que, en última instancia, toda la energía se convertirá en calor, lo que puede no ser del todo correcto.

En conclusión, podemos decir que hemos examinado el concepto de entropía, su papel en la termodinámica y un posible escenario para el futuro del Universo. A partir de estos datos se puede utilizar una explicación científica para justificar la pereza, pero no debe tomarse en serio. Más bien, es simplemente un concepto divertido para compartir con tus amigos.